El sentido del gusto juega un papel fundamental en el mundo de la cocina y pastelería.
Pero en muchos casos no somos conscientes de su importancia
En los cursos profesionales explicamos a nuestros estudiantes de cocina y pastelería, que el objetivo principal de un Restaurante es satisfacer al paladar de los clientes, aunque el gusto sea sentido intimo e individual.
Si quieres saber más sobre cómo funciona el sentido del gusto, sigue leyendo este artículo de la Escuela de Cocina y Pastelería Profesional TdEs de Barcelona
Funcionamiento del sentido del gusto
Funciones del sentido del gusto
Los sentidos son los órganos que sirven para relacionar al hombre con los objetos exteriores.
Si retrocediéramos a la existencia primitiva de los humanos, veríamos que las sensaciones eran sólo directas, comíamos sin paladear y gozábamos como los brutos.
Con el paso de los siglos, hemos mejorado nuestros sentidos y ahora disfrutamos al degustar los alimentos, aunque esta predilección por los sentidos, no quiere decir que sean órganos perfectos.
Curiosidades del sentido del gusto
La lengua es un pequeño órgano rebelde que intermedia entre cerebro y estómago, donde se encuentran las papilas gustativas
Nos advierte cuando detecta un elemento tóxico y nos protege de caer en dietas demasiado monótonas.
Aunque la verdad, es que hemos perdido el sentido del gusto, la capacidad para degustar alimentos y gustos naturales en los últimos años.
El tabaco, estrés y el abuso de alimentos procesados como perritos calientes o patatas fritas han atrofiado nuestro sentido del gusto.
El sentido del gusto ha moldeado quienes somos
Entre nosotros y los alimentos se ha abierto un gran abismo, en el que está situado el sentido del gusto.
Al perder la capacidad de percibir los aromas naturales, nos cuesta más seguir una dieta equilibrada, ya que El sabor de los alimentos y nuestro estilo nutricional, están relacionados y se condicionan mutuamente.
Para Restaurantes y cocineros profesionales, la ausencia del sentido del gusto es un grave problema
Pero el secreto no está en preocuparnos por lo que comemos, sino en recuperar la sensación del gusto y apreciar los gustos naturales.