¿Qué criterio utilizamos para valorar la información que recibimos?
Normalmente nos basamos en la credibilidad de la fuente de información.
Sin embargo algunas fuentes de información gozan de una mayor credibilidad que otras. Y eso no siempre nos garantiza buenos resultados.
¿Cómo podemos comprobar si esa información es cierta?
No es fácil. Sobre todo si desconocemos el tema del que queremos buscar información o si desconocemos las personas que nos la facilitan.
Ese es el problema de muchos videos de recetas de youtuve.
Algunas personas no se plantean dudas, porque dan credibilidad a toda información gastronómica que aparece en internet/youtube. Obviamente esta decisión no garantiza que la información sea cierta
Cualquier persona puede grabar un video de cocina y subirlo a Internet. Al menos dentro de unos limites.
Incluso algunas personas que dudan de la información, le otorgan credibilidad en función de los seguidores, número de visualizaciones, el numero de me gusta o incluso de los comentarios.
El problema es que la mayoría de los votos están basados en el mismo criterio, ninguno.
Además estos vídeos de cocina se repiten a menudo, con una gran difusión a través de las redes sociales. Y desmentir su veracidad es muy costoso.
La fiebre del clik en Internet, los teléfonos móviles, las redes sociales y los libros de recetas de cocina han supuesto un verdadero cambio en la forma de aprender a cocinar y transmitir la información gastronómica
Además, para atraer a nuevos seguidores, mucha de esta información es sensacionalista y a veces incierta, al menos en lo que respecta a los titulares. Y precisamente es a la que prestamos más atención
Pero no podemos culpar sólo a Internet por su nivel de rigurosidad y la cantidad de desinformación que existe alrededor del mundo de la cocina.
Algunos programas de televisión, revistas y libros también contribuyen a ello.
Aunque afortunadamente la mayoría de libros de cocina están escritos por cocineros acreditados, no es extraño encontrar libros de recetas o dietas milagro de personas ajenas al sector.
En algunos casos, es fácil saber el nivel de rigurosidad, ya que si dice que aprender a cocinar es fácil, pero no habla de técnicas de cocina ni tiempos de cocción, lo más probable es que sea poco riguroso
La falta de rigor que existe respecto a la Cocina Profesional, impulsada por algunos medios de comunicación, en muchos casos desafían los contenidos que transmitimos las Escuelas de Cocina, contribuyendo a una gran cantidad de desinformación.
Además generan dudas, sobre si es necesario estudiar para trabajar en cocina profesionalmente y eso supone un enorme problema.