Mousse de chocolate blanco con crème fraîche y jengibre confitado
Ingredientes
• 150 gr de crème fraîche
• 300 gr de nata líquida
• 400 gr de chocolate blanco
• 3 trozos de 1 centímetro de jengibre confitado finamente picado
Elaboración
Fundimos chocolate a baño maria Removerlo hasta obtener una consistencia homogénea.
Poner la crème fraîche en un bol y la nata líquida en otro. Mezclar la crème fraîche para que quede un poco más ligera. Batir la nata hasta que tenga casi la misma consistencia que la crème fraîche. Si las dos tienen más o menos la misma, será más fácil que no se formen grumos.
Verter la crème fraîche sobre la nata y batir para que se mezclen.
Agregar una cucharadita de esta mezcla al chocolate derretido y remover hasta que se incorpore. Añadir otra más y mezclar. Repetir, removiendo bien hasta incorporar toda la mezcla al chocolate, de modo que quede una crema suave y homogénea. Añadir entonces el jengibre.
Verteremos en 4 copas y guardar en el frigorífico para que se cuaje como mínimo durante 1 hora. Si se quiere que sepa más a jengibre, añadir una cucharadita de sirope de jengibre sobre la mousse en el momento de servir.
Para jengibre confitado
Pelamos con una mandolina la raíz del jengibre, seguidamente lo cortamos en láminas muy finas o pequeños dados. Ponemos una olla al fuego con abundante agua, suficiente para que cubra el jengibre y llevamos a ebullición.
Una vez que hierva mantenemos la cocción durante 10 minutos a fuego medio, cuando pase el tiempo escurrimos en un colador el jengibre y repetimos esta misma operación de nuevo.
En otra olla, mezclamos los 500 gramos de agua de la receta con los 400 gramos de azúcar, añadimos la pizca de sal, y el jengibre escurrido y cocinamos hasta que la temperatura llegue a 106 grados centígrados o durante media hora a fuego medio.
Una vez pasado el tiempo, escurrimos el jengibre confitado justo cuando acaba la cocción en un plato donde tengamos azúcar blanquilla, sacudimos el exceso de azucar dejamos secar los dados de jengibre encima de una bandeja con papel de horno durante ocho horas o bien encima de una rejilla.