El atractivo color y el delicioso sabor de la fresa, la han convertido en uno de los postres preferidos, incluso a aquellos que nos les guste la fruta.

Si quieres saber las propiedades de los alimentos en los cursos de pastelería profesionales, de la Escuela de Cocina TERRA d’ESCUDELLA te lo vamos a explicar.

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Todo lo que querías saber sobre las fresas

La fresa (Fragari vesca L,) pertenece a la familia de las Rosáceas y es originaria de las zonas templadas de Europa y América.

Antiguamente los europeos conocían la especie Fragaria vesca. Pero durante la colonización, los españoles descubrieron en Chile una nueva especie que habitaba desde el sudoeste de Norteamérica hasta Argentina (atravesando, Ecuador, Perú y Chile), la Fragaria chiloensis.

De estas dos especies se obtuvo una fresa mejor, más sabrosa y resistente

Aunque las fresas ya se nombraban en literatura romana, no fue hasta principios del siglo XVIII, cuando se desarrollo el cultivo de la fresa.

Fueron los españoles, portugueses e ingleses quienes expandieron la fresa por toda Europa y el continente americano, llegando incluso a algunas zonas de Asia.

La fresa es una planta muy sencilla de cultivar y por eso se cultiva en muchos lugares del mundo.

La fresa o frutilla, es una fruta roja y pequeña, coronada por unos sépalos verdes.
Su pulpa es dulce y ácida a la vez.

Los mayores productores del mundo son Estados Unidos, España, Italia, Israel, Ecuador, Argentina y Chile.

Variedades de fresas

Existen centenares de especies de fresa, gracias a los muchos sitios en los que se cultiva y a los adelantos científicos para crear especies hibridas mejoradas.

  • Según su tamaño se distinguen la fresa común o fresón (más grandes)
  • Por su sabor se clasifican en dulces o ácidas.

Las variedades más cultivadas y consumidas en España son la reina de los valles, camarosa, tudla, oso grande, cartijo, carisma, irving, pájaro y selva.

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¿Qué beneficios y propiedades nutricionales tiene comer fresas?

Las fresas tienen innumerables beneficios para la salud.

  • Es muy pobre en azúcares y calorías. Por eso es un ingrediente habitual en las dietas adelgazantes y recomendada para diabéticos. Ya que proporciona placer al paladar sin riesgo para la bascula ni al índice glucémico.
  • Son muy saciantes y digestivas. Ricas en agua y en pectina, una fibra soluble que no sólo aumenta la sensación de estar lleno, sino que también ayuda a luchar contra el estreñimiento y tiene el poder de eliminar el colesterol malo.
  • Son una fuente de vitaminas. La fresa es rica en vitamina C, E y betacarotenos, protegiendo la piel de los rayos UVA del sol.
  • Al ser muy rica en vitamina C y hierro, resulta una combinación muy efectiva para eliminar la celulitis y los estados de desanimo o cansancio.
  • Su contenido en agua y potasio explica también sus propiedades diuréticas.
  • Destaca también por su alto contenido en ácido elágico (8 veces más que otras frutas), un fitoquímico con propiedades antioxidantes y posibles efectos anticancerígenos.

Beneficios de comer fresas

¿Cómo comer las fresas?

Existen muchas recetas de pastelería y repostería con fresas, pero son una exquisitez como fruta fresca.

De hecho la fresa se considera una de las frutas más finas para ofrecer en ocasiones especiales.

Se puede tomar en zumo, mezclada con otras frutas en ensalada o helados. Además pueden preparase exquisitas mermeladas y tartas de fresas

De todas formas la mejor manera es tomarla fresca y casi siempre como postre.

En batidos y mousses es deliciosa mezclada con lácteos como leche o yogur. Combinan maravillosamente con quesos de cabra y azules.

Las combinaciones que la han hecho famosa en todo el mundo son fresas con nata y las fresas con chocolate

Si ese opta por comer fresas naturales, basta con lavarlas bien y quitarles las hojitas verdes que la coronan.

Recetas de la Escuela con fresas

¿Cómo comprar y conservar las fresas?

Gracias a los cultivos en invernaderos es posible encontrar fresas en el mercado todo el año, aunque su mejor temporada es de marzo hasta julio.

Para comprar buenas fresas se deben escoger las más aromáticas, gruesas y  de consistencia firme. Deben tener un color rojo intenso, brillante y apariencia fresca, ya que son alimentos muy delicados y perecederos.

Los tallitos verdes deben estar intactos y no ser retirados hasta que se hayan lavado, para garantizar su conservación.

Guardarla en nevera es la mejor manera de conservar su buen estado.

Las fresas no mejoran después de ser recogidas, así que hay que cosecharlas cuando están maduras. Debido a su piel fina y su estructura frágil, sólo duran unos pocos días, incluso en la nevera.

Como comer las fresas

¿Qué contraindicaciones tiene comer fresas?

Algunas personas son alérgicas a las fresas porque contienen glicoproteínas y salicilatos. Los síntomas de estas alergias pueden provocar reacciones cutáneas como urticaria, en organismos hipersensibles.

Este efecto se produce normalmente en las personas alérgicas a la aspirina.

Este tipo de alergias se pueden curar.

Sólo debes ponerte la fresa debajo de la lengua durante unas hora al día, tres veces a la semana durante un mes.

El tiempo de tratamiento depende del alteración del cuerpo. Aunque se recomienda realizarlo dos semanas seguidas y luego descansar.

¿Cómo hacer un plato creativo de forma sencilla?

¿Qué enfermedades ayudan a prevenir las fresas?

Las fresas contienen xilitol, un edulcorante que usualmente se  utiliza como sustituto de la sacarosa y que posee la cualidad que no es cariógeno. Es  decir que no promueve la aparición de caries en los dientes.

Las hojas y la raíz de la planta también contienen propiedades astringentes y diuréticas. Se pueden tomar e infusión.

Las fresas han tenido tradicionalmente la fama de mejorar dolencias como la gota, la artritis o el reumatismo. Sobre todo después que un famoso botánico sueco del siglo XVIII, llamado Linneo, aliviase su gota a base de esta fruta.

Al ser depurativas, las fresas eliminan el ácido úrico acumulado.

Su efecto anti inflamatorio también podría deberse a su contenido en vitamina C, los flavonoides y a las pequeñas cantidades de acido sacilítico (el de la aspirina) que posee.

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