Tradicionalmente, las prácticas en Restaurantes han sido entendidas, como el proceso final para que los estudiantes de cocina y pastelería finalicen su formación. Es el momento en que comprobamos lo que han aprendido.
Pero ¿que ocurre cuando la evaluación del alumno depende de una empresa, que no valora los mismos objetivos o competencias que imparte la Escuela?
Formación en cocina y pastelería: ¿que parte le toca al Restaurante?
Formación en cocina y pastelería: ¿que parte le toca a Restaurante?
Las prácticas profesionales, mediante los convenios escolares, son un pilar básico de la enseñanza. En el transcurso de las prácticas te enfrentarás a desafíos que probablemente no te han enseñado en las clases de cocina.
Posiblemente las Escuelas hayan aumentado tu autoestima, tu confianza y sea el momento justo para iniciar esas prácticas en Restaurantes que tanto deseas.
Pero sería bueno que las empresas conocieran tus resultados académicos y objetivos antes de iniciarlas, aunque en pocos casos ocurre.
Se terminan los EstudiosLas practicas nunca deben ser un trabajo
Muchos alumnos quedan aturdidos por el volumen de trabajo inicial que deben sobrellevar, para la poca experiencia que tienen.
En algunos casos llega a provocar un agobio y trastornos depresivos, que pueden provocar el abandono de su formación.
Pero las prácticas laborales son nuevos desafíos para el alumno, si puede asumirlas bien. Por eso, estudiante y empresa deben entender que son una experiencia de aprendizaje y crecimiento personal y laboral.
Nunca deberían ser entendidas como una experiencia laboral, ni por horas, ni por responsabilidad, ya que en la mayoría de los casos no existe retribución salarial.
Los responsables de las empresas deberían incentivar su formación, no el trabajo.
Prácticas poco motivadoras
La otra situación está en el extremo contrario. La desmotivación y el aburrimiento de los estudiantes por falta de trabajo o tareas poco motivadoras. En algunos casos, incluso debido a trabajos que nada tienen que ver con lo acordado en el convenio de prácticas.
Sin duda esto solo se puede sobrellevar con estoicismo. Es conveniente hablar con el tutor, para solicitar tareas más productivas, que serán más interesantes para ti y de mayor valor para la empresa.
MIS DERECHOS EN UN CONVENIO DE PRACTICASLos alumnos en prácticas nunca deben ser abandonados
El problema se complica, en el caso de que el tutor responsable del alumno se desentienda del estudiante en prácticas.
La dejadez de funciones y responsabilidades de los profesionales que deben guiarte en este periodo de prácticas, provoca daños emocionales en el alumno. La desmotivación nunca debería ser una excusa en la formación del estudiante.
Cuando se firma un convenio laboral, la empresa asume plena responsabilidad en la formación del alumno que han acogido.
También es peligroso que algunos tutores transmitan a los alumnos la inutilidad de sus estudios. Estas conductas no son efectivas para el entorno laboral y deben ser recriminadas.
Formación: de lo general a lo específico
La formación del alumno, en un inicio, debe ser global. Posteriormente pasará a ser una enseñanza más específica y concreta, en función de la especialización escogida.
La falta de unos conocimientos generales, y una exagerada especialización, genera a medio plazo una insatisfacción personal.
Esto provoca pérdida de recursos económicos, dificultad para alcanzar los objetivos propuestos por la empresa y mal ambiente laboral.
Será cuando accedan a un puesto de trabajo, cuando la empresa les especializará en un campo concreto y les enseñará sus procesos productivos.
FORMACION DE CALIDADLa escuela enseña, la empresa especializa
Docentes y empresas debemos ser flexibles, autocríticos, admitir los cambios y reflexionar sobre el futuro de los alumnos. Deberíamos asumir que la pedagogía no depende de las necesidades concretas y particulares de cada empresa.
En contrapartida, debería valorarse que el conocimiento se imparte en diversas disciplinas.
Es ingenuo pretender que se pueda enseñar únicamente aquello que la empresa necesita.
Pensar que se puedan impartir de inicio unos conocimientos muy específicos, refleja una realidad muy simplista del conocimiento.
Los estudiantes con ganas de progresar se especializarán en la empresa que los acoja como trabajadores. La misma empresa será quien les formará según el trabajo que necesitan. Esta es una de las funciones de las prácticas.
El único fracaso verdadero en la vida es no aprender de ella.
– Anthony J. D’Angelo-
Para saber más de las empresas que han acogido a nuestros alumnos continúa aquí.
Autor: Sergi Meléndez Giner
Editing: Manuela Pirrone
Copyright by
08027 Barcelona, Espana
terrad.es © 2019 v.3.6