En la Escuela de Cocina y Pastelería TdEs, entendemos por valores profesionales, las cualidades adquiridas mediante la formación, que expresan un significado humano y que se manifiestan en la manera de trabajar de un cocinero profesional.
Valores éticos y estéticos en una escuela de cocina y pastelería
Valores éticos y estéticos en una escuela de cocina y pastelería
Los valores profesionales, son valores humanos dirigidos hacia una profesión. En este caso las cualidades de cocinero o pastelero profesional.
Estos valores son unos rasgos de nuestra personalidad profesional, que contribuyen a definir cómo entendemos nuestro oficio.
La personalidad profesional se compone de unos rasgos presentes en cada persona, que condicionan como desarrolla su actividad profesional y su relación con otros miembros del equipo de trabajo.
- Amor a la actividad profesional de cocina o pastelería
- Respeto a una profesión
- Búsqueda de un estilo propio
El conocimiento y el desarrollo de estos valores deben partir de la Escuela, integrando en sus cursos profesionales un sistema de valores éticos propias para cada profesión.
Cualidades de un c</span>ocinero profesional
En este sentido, la enseñanza resalta la responsabilidad laboral que se contrae en un entorno de trabajo. Destacando la dignidad de la profesión del cocinero o pastelero como valor supremo. Pero no sólo son importantes las relaciones entre compañeros, sino también el valor del compromiso que permite hacer funcionar todo. En el mundo de la cocina profesional, los alimentos deben ser bien manipulados y debidamente guardados. El nivel de limpieza e higiene tiene que ser máximo, las cocciones han ser respetadas, en tiempo y temperatura para evitar riesgos de intoxicación. De esta forma evitaremos repetir trabajos e incrementar costes. En definitiva los estudiantes deben estar preparados para trabajar en un entorno real. Cuando en la Escuela de Cocina y pastelería TdEs, pensamos en las necesidades técnicas, resaltamos la necesidad de un proceso de formación profesional que busque siempre la máxima calidad en el detalle. Es necesario dominar las técnicas básicas de cocina, conocer las herramientas, incluso aquellas que son imperfectas, pero que aún se pueden encontrar en el trabajo. Saber cocinar también con ingredientes sencillos, debe ser una asignatura obligada en las escuelas de cocina. Así se puede observar en nuestro Restaurante Pedagógico, donde ponemos a prueba constantemente a los alumnos. En una formación de calidad el estudiante de cocina aprenderá primero las normas que rigen su oficio y que deberá seguir durante un cierto tiempo, ya que no tendrá libertad para tomar decisiones. La buena formación y el conocimiento, permiten a un estudiante pasar de un sistema reproductivo a uno creativo. La búsqueda incansable del saber, exige un aprendizaje continuo sobre las masas, los fondos, los ingredientes, los tipos de cocción, etc Sólo cuando se domina el conocimiento, se puede ser creativo y romper las normas. La estética en cocina, propicia el fomento del gusto y la sensibilidad por la actividad profesional. Aunque no todo cocinero puede ser creativo, siempre deberá poseer la sensibilidad del artista. El cocinero debe conocer y dominar la técnica si quiere ser creativo. La sensibilidad artística se expresa cuando una misma técnica de cocina, se aplica a ingredientes diferentes. Pero también es sensibilidad artística equilibrar los emplatados y los colores, la composición de un plato y la armonía de los sabores. Cuando los hermanos Roca decidieron romper con la tradición y crear helados salados, debían dominar la técnica perfectamente. Tal y como Picasso decidió no querer dibujar de forma tradicional, aún sabiéndolo hacer perfectamente. Para llegar a estas formas de arte, debemos proporcionar las herramientas necesarias tanto para dominar la técnica como la sensibilidad artística. Sólo se puede educar en valores a través de conocimientos, de la actividad práctica, de la valoración y la reflexión. Es absurdo hablar de enseñanza de calidad tratando los valores como algo independiente. Es necesario comprender las particularidades de cada formación, los valores y sus relaciones entre alumno y Escuela. La reflexión de la Escuela TdEs nos obliga a enseñar que no todo es arte y no todo es ciencia. Que existen unas relaciones interpersonales necesarias en nuestro trabajo y en la educación. Estos valores siempre deben estar presentes en la relación alumnos-profesor, alumno-alumno y posteriormente en la relación trabajador-trabajador. Copyright by 08027 Barcelona, Espana terrad.es © 2019 v.3.4La dimensión ética
La dimensión técnica del aprendizaje
La dimensión intelectual
La dimensión estética
Educar a los valores